El arte de amar

Háblame de amor

pero no del pasajero.

Háblame de sentir las caricias de una mano;

de los labios besándote el cuello.

Hablemos de ese amor sin limites ni reclamos;

de las noches bajo las estrellas sosteniendo tus manos.

De esas fantasías que nos acelera el corazón si están observando

y del insomnio que ignoramos por estar un minuto más conectado.

Recuerda que significa para tí;

que te entreguen el mundo sin esperar algo a cambio.

Sentir el aroma de un corazón genuino;

esperando que lo aceptes sin negarlo.

Ahora déjame hablarte de mi amor,

el fruto de la intensidad,

las palabras con significado.

Mi amor puede ser una bestia indomable,

una reliquia frágil,

o un regalo inesperado.

Mi amor es atravesar las olas en el mar por primera vez;

dejarse flotar en el ocaso del sol en el atardecer.

Mi lenguaje de amarte no tendrá límites,

y si el mundo en que vivimos te incomoda bajaré el paraíso del cielo con tal de consentirte.

Te haré sentir una diosa,

y esos ángeles me envidiarán al presumirte

llena de rosas.

Oh; dulce anhelo.

El amor que tengo es muy complejo,

y si la muerte es el límite de la existencia

arrancaré mi corazón entregándote mi propio universo.

Aún así soy un ser imperfecto;

los defectos de un poeta roto con falta de afecto.

Pero estar conmigo no será en vano,

y si la lluvia despinta el brillo de tus labios

usaré mis besos para recordarte lo mucho que te amo.