El aroma de las flores

Me duele que me hayas dejado sola en medio del bosque. Me duele que hayas pensado que comía flores y no comida. Me duele que me hayas engañado. Me duele sentirme tan tonta de tener que explicar que no puedo ser amiga de los animales y las estrellas. Me duele darme cuenta que soy una tonta. Me duele darme cuenta de tu sonrisa traicionera cuando sabías que me estabas dejando con nada para seguir viviendo. Pensé que ya lo había aceptado, pero no. Me vuelvo a sentir una niña pequeña e ingenua que se trepa a una planta de naranjas para desayunar por si misma. Duele un montón que te hayas aprovechado así de mi necesidad, ingenuidad, vulnerabilidad y todo.

Me duele que me hayas dejado morir sola en medio del bosque y que lo último que haya visto fue una falsa sonrisa desaparecer entre el aroma de las flores.