En el amor de pareja se unen dos almas
de distintos polos o iguales.
Las parejas de igual polos se tienden a separar
y la de pareja de distintos polos se tienden a atraer
En el abrazo de dos polos opuestos,
la atracción surge sin razón aparente.
El norte y el sur se abrazan en silencio,
y el amor crece constante y fuerte.
Pero cuando dos polos iguales se encuentran,
el amor se repele sin fuerza,
La energia se disipa, las ganas se van,
como un molino de viento, sin viento.
Aunque los polos iguales se repelen al principio,
el verdadero amor puede encontrar su camino.
Es una fuerza que trasciende la física,
un puente que une lo que parecía separado.
Los latidos del corazones se sincronizan,
mientras las personas navegan por mares de emoción.
En el roce de las manos hay promesas no dichas,
en las miradas, un universo compartido.
El amor no es sólo atracción y repulsion,
es un viaje eterno de descubrimiento mutuo.
La pareja se convierte en un abrazo eterno,
donde cada diferencia se convierte en complemento,
y cada semejanza, en un lazo más fuerte.
Así, el amor de pareja no es cuestión de polos,
sino de dos personas que eligen estar juntas,
navegando por la vida, abrazando cada desafío,
cada alegría, con la certeza de que juntos son más fuertes,
y su amor, una llama que nunca se extingue.
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