Una noche decidiste ya no amarme, tus crueles palabras compañadas de duras verdades cortaron lentamente mi corazón, un simple perdón no solucionaría el dolor que me causaste pero el amor que te tengo fue capaz de perdonarte y me resigné a no olvidarte, decidí aferrarme por el simple hecho de estar enamorada sin importar lo difícil que fuese saber que ya no era éramos los dos, de repente fuí solo yo. Me prometiste volver y yo prometí esperarte el tiempo que fuera necesario, sin importar lo que me duela estar sin tí, sabes que te lloro y sé que no me lloras, sé que nada cambia si no estoy pero yo me he vuelto distinta sin tí; tus brillantes ojos iluminaban mis oscuros días y al irte me dejaste sola en la oscuridad sin salida aparente.
Me matan las ganas de volver a tus brazos, los mismos que un día me dieron refugio y ahora me empujan lejos; pero respeto tu decisión de soltarme sin importar que yo no quiera alejarme.
"¿Qué hago con lo que siento?" Te pregunté aquella noche conociendo la respuesta, dejarte ir; pero mi corazón rogó por abrazar el amor que había cosechado por tí y por eso estoy aquí escribiéndote lo que siento aún sabiendo que nunca vas a leerlo. El amor es raro pero hermoso, quizá nos cuesta entenderlo a veces pero el amor nos mantiene vivos porque sin amor no puedes ser feliz, siempre amas algo o a alguien y (aunque es cliché) el amor siempre llega cuando menos lo esperas e incluso cuando no lo estás buscando. Hoy puede ser que sufras pero tal vez mañana llores de felicidad por lo mágico que es amar.
-SecretWriter.
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