El amable otoño.

La vajilla buena.

Sale por Navidad de su caja roja, acolchada en su adentro, con cierres dorados, la cubertería bañada en plata brillante que duerme todo el año en lo alto del armario (hay que quitarle las pelusas, que allá arriba no llega el plumero cotidiano). La compró el tío Anselmo con un dinero que había ahorrado.

Se rompe otra elegante copa de las de aquellas doce y ya solo quedan cuatro.

España se desbarata.

El empresario dice que trabajar doce horas no es para tanto.

El precio del aceite es un aceptado escándalo.

Las mentiras de Ferreras, de Inda, de Ana Rosa. Eso sí que hace daño.

Ayuso es una funeraria a pleno rendimiento.

Aznar, el enterrador de un Pueblo.

Larga vida a Zaplana. El terminal con prórroga ha sido condenado de nuevo. Quizás su mal vuelva al ruedo.

Se rompe España cada vez que unos malnacidos se visten de luces y torturan a un inocente sobre el albero.

Abascal que evitó la mili, adora al Ejército. La hipocresía rompe este suelo.

La Iglesia, al rey lo que es del rey, no paga impuestos.

Ponte una banderita nueva que ya ha desteñido y se deshilacha la que llevas tres años en la muñeca. Al menos respeta tu miserable idea de España.

Sopera de flores azules, hilo dorado. Se rompió un plato.

Desquiciadas mentes.

"Es una chorrada, pretender que se juzgue a Ayuso por las muertes en las residencias".

Así se manifiesta un fachapobre.

Es el riesgo de no callar, de no esconderse en la madriguera del no molestar con las opiniones; encontrar defensores, no de principios y modos razonables, sino de banderas y abanderados. Así, si el responsable de las residencias fuera un tal Pablo... pero, siendo Isabel de Castilla.

"¡Los familiares de los ancianos son los culpables. Los dejaron abandonados!".

Así clama el pájaro.

Así, el asesino no es asesino por su crimen, lo es solo si no coincide en el ideario.

¡Netanyahu es también un santo!

¿Qué le sucede a la gente?

Y, ya puestos, la madre del cordero:

EEUU.

Sin duda ese negocio es la organización más violenta del mundo desde mediados del siglo veinte. Ya antes se había construido en base a la exterminación, la esclavitud y el genocidio, pero es a partir del final de la Segunda Guerra Mundial cuando EEUU desarrolla toda su acción de expansión y dominio sobre el mundo entero sin ningún tipo de miramiento ni respeto por vidas y haciendas.

EEUU ha cometido todos los delitos posibles a lo largo y ancho del planeta.

Es una fábrica de doláres, drogas, armas, guerras, golpes de estado, invasión, destrucción, tortura, hipocresía, muerte.

EEUU es, sin ninguna duda, el máximo culpable de los más de los terrorismos, hambres, migraciones, destrucción, guerras y miserias del mundo. Sin ese entramado de las barras y las estrellas, el planeta Tierra sería un lugar mucho más amable. La Humanidad entera, mucho menos despreciable.

Eso sí, lo heredaron todo de la Gran Bretaña.

Y, perdonen, pero es que ya no sé cómo decirlo.

Me gusta cuando no bombardeas, cuando no exterminas, cuando no invades, cuando no matas, porque estás como ausente.

Me gusta cuando no te pasas los Derechos Humanos por la entrepierna, porque sufre menos gente.

Israel, dices tú de violencia, clavando al Pueblo palestino, como a Cristo a una cruz; la violencia, Israel, eres tú.

Y el gran hermano americano, en la espetera.

Lo siento. Mucho.