camino con el alma arrastrando los pies, convertido en un espectro disfrazado de humano, un zombie emocional que respira por inercia, no por deseo.
el dolor me habita como un huésped indeseado que se rehúsa a partir, construyendo su nido entre mis costillas, alimentándose de cada esperanza marchita.
estoy harto de mi entorno, de las paredes que me conocen demasiado, del eco de mis pensamientos rebotando en la misma rutina. pero me aferro, no por amor, sino por miedo. miedo a cambiar, a saltar al abismo que ya llevo dentro, a descubrir que no hay fondo, solo más oscuridad.
solo existo. no vivo. me disuelvo lentamente, esperando el día en que desaparezca sin hacer ruido, como una lágrima que nunca se atrevió a
caer.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión