él.

hace años conocí a una chica, la chica más hermosa que había visto en mi vida. la manera en la cual nos conocimos fue graciosa, y pronto nos hicimos amigos, los mejores amigos. me gustaba mucho pasar tiempo con (-ella), parecía que la había conocido en otras vidas, su presencia se había vuelto fundamental en mi día a día. siempre nos consolábamos cuando nos iba mal en el amor, me hablaba con una dulzura única y no dudaba en recordarme mis cualidades, haciéndome sentir que cualquier chico sería afortunado de estar conmigo. sin embargo, a veces me reprochaba a mí mismo cuando repentinamente en mi mente aparecía la idea de que ella podría ser esa persona, confundiendome, porque creía estar seguro de mi orientación. no entendía cómo alguien tan maravillosa no era amada de la manera correcta, entonces pensaba que quizás yo podría hacerlo mejor. pero un día, con lágrimas en los ojos, me confesó que, en realidad, ella era él. yo, tan despistado, no lo había notado del todo. aún así, debo admitir que me había causado curiosidad la manera en que se miraba en el espejo, intentando ocultar sus inseguridades bajo ropa mucho más grande que su talla. también cuando iba a su casa y se ponía a discutir con su mamá porque no le gustaba que se cortará cada vez más el pelo. fue entonces cuando lo entendí: él era el chico más hermoso que había visto en mi vida.