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Ed Gein: ¿Fue "El carnicero de Plainfield" un Loco o un Psicópata? ⚠️

Gomez, M.

Aug 29, 2025

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Ed Gein: ¿Fue "El carnicero de Plainfield" un Loco o un Psicópata? ⚠️
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Aviso:
Esta investigación se basa en una hipótesis personal y constructiva, alejada del panorama periodístico. Los hechos serán analizados desde un enfoque psicológico y, en algunos casos, simbólico según la perspectiva específica del tema.

Sobre Ed Gein: El carnicero de Plainfield

Ed Gein nació el 27 de agosto de 1906 en el condado de La Crosse, Wisconsin, Estados Unidos. Era de religión luterana, al igual que sus padres Augusta Wilhelmine Gein y George P. Gein, y su hermano Henry Gein. Sigue siendo uno de los asesinos más notorios de todos los tiempos, con apodos como “El carnicero de Plainfield”.

El condicionamiento operante de Augusta:

La primera correlación con su modus operandi posterior es la influencia de su madre. Augusta tenía una visión extremadamente rígida sobre todo pensamiento y acción humana; según ella, todo inducía al pecado y estaba contaminado. Además, inculcó en Ed que “el sexo era malo y las mujeres eran instrumentos del diablo”.

Esto puede entenderse desde un enfoque conductista: en un entorno con creencias extremas, las ideas eran reforzadas y las transgresiones castigadas, generando un condicionamiento operante. El apego a su madre como única fuente de afecto reducía su independencia, ya que cualquier intento de vincularse con otros era castigado mediante retirada de afecto o presión psicológica.

Desarrollo de trastornos de la personalidad:

A raíz de este condicionamiento, Ed desarrolló dificultades en el relacionamiento sano y una baja inteligencia interpersonal. Presentaba un posible trastorno de personalidad antisocial, evidenciado en problemas para seguir la ley, respetar derechos ajenos, atender necesidades y sentimientos de los demás, así como imprudencia y escasa consideración por la seguridad propia o ajena.

Tras la muerte de su madre, se negó a vivir el duelo de manera saludable: clausuró la parte superior de su casa donde ella solía estar y la mantenía extremadamente limpia, mientras su propio entorno permanecía sucio. Se convirtió en acumulador, evidenciando una clara dualidad: su madre representaba pureza y orden, mientras su mente reflejaba el caos del entorno. La casa simbolizaba lo sacro del pasado frente a la profanación del presente.

Medios que derivan al crimen y motivación:

Ed profundizó el consumo repetido de historias de crímenes, cómics de terror y libros de anatomía humana, lo que pudo haber contribuido a una forma distorsionada de “recuperar” a su madre.

Más tarde, profanó cuerpos de mujeres, transportándolos en su camioneta Ford 1948, y confeccionó objetos como tazones y ceniceros de cráneos humanos, asientos y pantallas de lámparas de piel, cinturones con pezones y una caja de zapatos con nueve vulvas.

Lejos de ser un arranque de locura (psicosis, esquizofrenia), estos actos son síntomas de premeditación: desde el consumo de libros-cómics hasta la profanación de tumbas y asesinatos posteriores. La prueba más clara está en el crimen de Bernice Worden, propietaria de la ferretería de Plainfield: fue encontrada colgada de los tobillos, decapitada y con el torso eviscerado en el hogar de Gein.

Todos los objetos confeccionados por Ed Gein —desde tazones y ceniceros hasta cinturones y pantallas de lámparas— pueden entenderse, vía Lacan, como intentos distorsionados de recuperar simbólicamente la presencia de su madre. Al estar gobernado por una falta, buscaba poseer un objeto que completara o definiera esa carencia: la ausencia de su madre, pilar de su personalidad.

Para aliviar esta pulsión, actuaba siguiendo un patrón: mujeres con edades cercanas a la de su madre. De manera similar, sus acciones evidencian un trastorno psicopático: falta de empatía, violación de derechos ajenos y nulo remordimiento, impulsado por la búsqueda de satisfacción de sus propios deseos.

En síntesis:

Aunque finalmente fue declarado insano y llevado a un hospital psiquiátrico —falleciendo en el Instituto de Salud Mental de Mendota—, Ed Gein presenta un perfil psicológico complejo.

Desarrolló tempranamente un trastorno de personalidad antisocial respaldado por un condicionamiento operante, junto a una obsesión y apego patológico a su madre que, tras su muerte, se tradujo en comportamientos psicopáticos destinados a satisfacer sus pulsiones bajo la motivación de un objeto de deseo (ya sea para complementarlo o redefinirlo). Sus acciones se inspiraban en métodos adquiridos mediante consumo de historias, cómics y libros, entre otros, y se llevaban a cabo de manera premeditada, siguiendo patrones claros respecto a sus víctimas, con una finalidad última: la profanación de los cadáveres.

Todo esto buscaba, de manera distorsionada, revivir simbólicamente la presencia de su madre, aliviando parcialmente su ansiedad y estrés, reflejado también en la acumulación compulsiva de basura y objetos (síndrome de Diógenes).

Gomez, M.

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