He sentido una cálida brisa en mi rostro desde que te conocí; el dolor se ha ido y los deseos han salido a la luz. No es una confusión: entiendo mi corazón y la manera en la que funciona. He sido bendecida con el cariño que me has otorgado. Se siente tan cálido, como volver a casa después de un día cansado, como saborear la miel en el paladar. Tengo tanto para darte y ofrecer.
Quitemos la pena del camino y abramos la caja donde guardamos nuestros secretos. Rocemos nuestra piel hasta volvernos uno mismo; disfrutemos la frescura del otro. Dejemos que el misterio fluya y que nuestro amor florezca, como los cerezos en primavera.
No voy a negar que el miedo me consume: la decepción y la nostalgia me persiguen y me acechan constantemente. Aun así, estar contigo hace que todo eso desaparezca; es como si me hubieran enviado un ángel. Es irónico, después de que me pasara una carreta por encima.
Tengo miedo, sí, de que algún día despierte y todo sea solo un sueño. Pero entregaré mi amor a tu corazón, tanto como sea posible. Si es necesario, lo trituraría y lo iría dando poco a poco. Toma mi amor, mi vida, mi alma. Tómame completamente, hasta hacerme cenizas.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión