últimamente las hojas en blanco me miran con desprecio. No estoy seguro de porque lo hacen, o cuando empezó a afectarme pero aquí estoy, mirando a otro lado como si nada de eso fuera mi culpa. Las hojas no tienen ojos, lo sé, y tampoco un corazón, pero eso solo hace todo mas confuso. Tal vez simplemente no estoy hecho para esto y es su forma de demostrarlo. Talvez mis miedos llegaron a manchar incluso a la hoja mas prístina en mis cuadernos, o peor, la tinta que uso. Pero heme aquí, escribiendo mientras finjo que nada pasa...
Es una sensación tan extraña e indescriptible, no encontrar un cause para tantas palabras revoloteando en mi cabeza. Con tantas frases, tantos pensamientos, tanto cambio a mi alrededor, uno pensaria que al menos algo de la tinta que corre por mis venas tiene sentido. Y ya me encontré antes en esta situación, mi sangre siempre fue de alquitran y mis venas, mis arterias, mas que una red siempre me parecieron un enorme ovillo de lana. Pero simpre que quise, el escribir fue mi cuchillo, siempre que quise me corte la muñeca y me dejé desangrar. Ahora mi cuchillo no tiene filo. Ahora que no solo mi interior es un caos sino que mi vida parece suspendida en un tornado. Ahora, cuando mas lo necesito, aunque me arranque la piel a mordidas, mi sangre, mi tinta se niega a derramarse.
Sentir para mi siempre fue un reto. Entender lo que está enredado entre las fibras de mi corazón lo es aún más. Es entonces que, aunque por alguna razón doloroso, realmente comprendo eso que todos se cansaban de decirme. Eso de que estoy "separado de mi mismo" y aquí me veo, esquivando los espejos sin saber porque, ahora que puedo, tengo miedo de encontrarme. Estoy cansado, cansado de ser a quien le dan la espalda cuando solo busca un abrazo, de ser ignorado hasta por mi, de llorar, sangrar y reír tinta. Y puede que suene estupido, pero estoy cansado de sentir que todo es tres veces mas difícil cuando pasa por mi corazon. Pero... ¿es realmente mucho pedir?
Estoy cansado de vivir trabado. Y se que es algo egoísta de mi parte, pero quiero saber cuando estoy enamorado. O cuando estoy triste, o si simplemente estoy cansado. No quiero esperar a tener el abrazo de mi almohada para hundirme en una tristeza que ni siquiera sabia que guardaba. No quiero reprimir mi sangre burbujeando en una furia incontrolable hacia un fantasma que no puedo ver, oír o tocar.
Creo que tengo miedo... miedo de haber vivido de esta forma desde que que puedo decir la palabra vida... miedo de haber hecho todo de la manera incorrecta solo porque no sabia como hacerlo bien. Estoy aterrado porque la verdadera vida toca mi puerta y no quiero perder todo lo que construí, aun sabiendo que mi corazon no estaba listo para tenerlo en primer lugar. Me siento derrotado y destruido por una batalla que nadie mas tuvo que librar y frustrado por ser el único al que se le puso este reto.
No soy capaz de escribir, mis hojas en blanco me miran con desgano, no porque no quieran ser llenadas, sino porque al abrirse, en vez de palabras solo reciben manchas de tintas como esta. Ya el narrador abandonó mis renglones y los diálogos enmudecieron a mis personajes. Pues de nada sirve un dialogo sin nada que decir, de nada sirve un narrador que no tiene nada que observar.
Mis hojas en blanco últimamente me miran con desprecio. Resulta que sin darme cuenta, destruí todas sus historias.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecito.png-reduced-PFuaRB)
Mateo
Un chico que siempre quiso tocar las estrellas y vivir sus sueños. Aprendió a volar con relatos y soñar con palabras, he aquí la prueba de ello
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión