¿Alguna vez te he contado que no se quedarme callada?
Mi boca se abre de par en par buscando respuestas,
contesto lo que todavía no me cuentan o relatan
y por eso escribo, porque el silencio en mi casa es el
peor de mis enemigos.
Mis ojos ahora mismo se hallan estresados
que de tanto abrirse y cerrarse se agotan
y me piden una pausa, créeme que lo intento
pero inconscientemente me paro en mi cama
esperando cual cachorro a alguna alarma que
se asome a la compuerta.
Es medio egoísta de mi parte pedir, siquiera eso
sino más bien implorar una señal de que estés.
Mis cartas del tarot ya se saben tu nombre de memoria
y la misma pregunta de todos los días: ¿él estará bien?
¿será que los latidos de mi corazón se conectan con los
suyos? ¿podrá verme entre tantos versos? ¿sabrá que lo amo?.
A pesar de que la luna me abandono a la noche
El sol sigue presente en mis mañanas, me besa la
cara como forma de despertarme y cuenta mis pecas
una por una como lo solías hacer tú antes de irte a
tus clases.
No quiero llorar aun, guardo mis lágrimas
en una caja con cerrojo y llave, tan así
que el único que quiero que la abra
eres tú, solo tú y nadie más.
Mis prosas de amor van para ti
mis sueños igual
que velan con la esperanza de
abrazarte y luego de tanto
poder dormir en paz.
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