Durmiendo

07.02

Me encontré con un dolor tan grande esta mañana. No solo el dolor que siento al conectar las acciones que poco a poco alejan de este mundo a una persona sin que nadie sospeche nada y ahora solo quiere borrar las huellas y disimular como si una vida, un proyecto, los sueños, los deseos todo, todo de una persona fuese nada. El dolor que siento al darme cuenta que no tengo manera de seguir viviendo. Y me arruinaron y estoy en medio de la celda. Arruinado, acabado, destruido, desgarrado. Hay que inventar una palabra para hablar del desgarro sistemático cada vez que la vida trata de hacerse un lugar en el cuerpo. ¿los alemananes tendrán una palabra?

El carcelero es mi hermano, el dueño de la celda, el dueño del castillo, el torturador y el que te pregunta sin preguntar que se siente tener la muerte delante cuando él la construyó cuidadosamente. Es fuerte decir esto y más cuando no se me escapa la cercanía ni la dedicatoria que te puse en tu regalo esperando deseando sinceramente que se cumplan todos tus y sus sueños. Nunca imaginé esto. Y una parte de mi se siente mal por estar diciendo esto. Nunca me había sentido tan confundida.

Dentro de a veces todo el tiempo me pasa que no quiero morir. Que no me merezco esto. Que es muy injusto. Pero no puedo hacer otra cosa. No tengo manera de vivir la vida que construí. La realidad es que fue arruinada destrozada desgarrada parte por parte. Todos sus aspectos fueron destrozados con un nivel de presición difícil de explicar. Hay que contar toda la historia. Describir capítulo a capítulo para que se entienda. Y confiar en una aunque todos me crean loca.

Después de varios días de dormir tres o cuatro horas y estar extenuada me perturba ir a la cama. Llego a dormir hasta la mañana pero me despierto con una mañana de emociones y semtimientos flashbacks muy intensos. Lo único que cambia es que cada día despierto con menos ganas de despertarme que el anterior. Y detesto eso porque mientras más vivia antes de este abuso antes de abril 23 me pasaba justo lo contrario.

Escribir me zafa el día. Más de una vez aparece un impulso violento que prefiero no describir. Pensar en mi abuela que cumple años me zafa algunos meses, no diré cuantos. Pensar en que mis viejos necesitan un título y me queda un final me zafa también. Pero todo lo que era mío está destrozado por el abuso psicológico y la campaña cuidadosa para cubrirlo. Cualquiera que lo haya vivido sabe que no es olvidate y ya está. Por el trauma complejo por el estrés post traumático por la depedencia emocional y por, una de las cosas más importantes, la destrucción del sentido de la vida y del lugar social y material en el mundo. Esas personas que eran mi mundo. Todas las razones para seguir. A veces pienso que si pudiera creer en dios todo esto sería más fácil. Siempre me pareció hermoso y autonomo lidiar con la ausencia de dios cuando fui criada desde niña para tener ese espacio para dios y aprender a lidiar con eso cerca de personas para quienes dios siempre es la respuesta.

Viene versión carcelero, por momentos me abre la ventana y alcanza un mate, sabe que la celda se va a liberar en algún momento. Tiene clarísimo por qué. Pero como quién no quiere la cosa pregunta ¿por qué no sonreís como antes?

Si cuando tenías el proyecto de vida amigos novio partido alegría por luchar por tus sueños metías dos finales en una semana de trabajo sonreias todo el tiempo.

Y tengo la sensación de que en este pequeño reducto de sobrepensamiento e intento me olvido de algo importante. Solamente se que necesito encontrarme un poco para esta sobrevida. Y aprendí que no hay que confundir sinceridad con deseo porque te mentís. Pero nunca está completo el aprendizaje si lo único que hacés es escribir. O quizás la vida se volvió escribir y solo quiero seguir durmiendo.

La música siempre acompaña mis días sean como sean. Y me hace pensar en que es super dificil ser sincera cuando estás escribiendo algo que sabés que alguien más va a leer.