¿cómo puede ser que un miercoles cualquiera me llegue la noticia de que ya no estas, ni vas a estar más?
en su momento, no fui realmente consciente de todo lo que esto implicaba; mi cerebro no lograba comprender que no te iba a volver a ver, y se sentía como si solo te hubieras ido de viaje.
cuando fue tu despedida no quise ir a ver tu ataúd. les dije a todos que era porque me daba cosa ver un muerto, pero creo que fue más el hecho de que sería aceptar que se terminó; y no estaba lista para eso.
yo seguí como si nada hubiera pasado, demasiado normal, diría yo. al día siguiente ya estaba riendome con mis amigos, y actuando como si todo estuviera bien. veía a la gente que me rodeaba sumida en una tristeza profunda, pero yo no lograba sentirme así, que es como se supone que debería ser. me ponía inquieta que los días pasaran y la energía pesada que habia en casa no cambiara. ¿será que hay algo malo en mi? ¿cómo puede ser que haya superado esta situación tan rápido? en mi cabeza todo estaba como siempre. ahora me parece que no te lloré lo suficiente, y por eso te pido perdón, por no darte la importancia que merecías. espero sepas que no fue mi intención minimizarte.
sin embargo, la realidad me golpeo en la cara cuando el almuerzo de los domingos se redujo a solo cinco; no tenía con quién hablar de los partidos de independiente, y era la única que tomaba chocolatada a la hora de la merienda.
nunca había sido consciente de lo mucho que eras para mi, hasta que me vi diciendo tus frases e imaginandote en cada situacion que me pasaba; escuchando ese único audio que me quedó tuyo, y el cuál lloré cuando perdí.
marcaste un antes y un después, separando lo que era y lo que soy, quedandote como un recuerdo borroso de mi infancia, con los bordes suavizados y la calidad de una camarita digital.
ahora, dos años después, estoy a punto de egresarme, y no puedo dejar de pensar en lo mucho que me gustaría que estes aca. se que siempre quisiste verme crecer, y me quedan cortas las palabras para decirte lo mucho que lamento que no se nos haya dado. me gustaría creer que estarias orgulloso de la persona en la que me convertí, y de la cual te debo mucho.
te escribo, luego de tanto tiempo, para intentar dejarte ir junto con la tristeza de tu ausencia y aferrarme a los recuerdos que tuvimos juntos. porque, aunque quisiera, sería imposible deshacerme de vos, ya que llevo una parte tuya en cada chiste, en cada pensamiento y en cada huella de tu persona que dejaste en mi. ojalá, en algún otro universo, todavía estuvieses acá, y el pensamiento de perderte sea solo un miedo y no una realidad.
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