Dubitar-se.
Implica: indecisión, irresolución, perplejidad, titubeo, incertidumbre, vacilación. Implica preguntar, implica perderse, no saber dónde estoy, dónde encontrarme. Es un capricho, es no tener confianza, es no tener certeza. Dubitar-se, es dudar de sí mismo, no encontrar el aquí y el ahora, no encontrar mi cuerpo ni en mi propio cuerpo. Es temer, no reconocer. Es estar en el punto medio entre algo perfectamente probable e improbable a la vez, es no saber, es el perfecto gris entre tanto matiz, entre tanto enredo. Y no tener ninguna inclinación segura en ello.
Dubitar-se es preguntarse “qué hacer?” con uno mismo, o con un todo. Podría llegar a encontrarse con el deseo de desear y dudar de su posibilidad, es decir, dudar de que aquello que deseamos pueda ser posible. Una certeza sería: “o bien esto, o bien aquello; si elijo (si señalo) esto, entonces, de nuevo, esto o aquello: y así sucesivamente hasta que, de tal cascada de alternativas, surja por fin un acto puro -puro de todo pesar, de todo estremecimiento-”. Y como resultado, ante una elección surge un rechazo: si elijo esto, por consecuencia, rechazo aquello, a conciencia o inconsciencia.
Dubitar-se es lo opuesto, lo contrario. Es no estar preparado para tomar tal decisión, deslizarse genuinamente entre un extremo y el otro, sin encontrar el acto puro, sin querer señalar. Por alguna razón, es también tener miedo. Dubitar-se es no poder rechazar una cosa, y así, no poder elegir la otra. Es perder por no jugar ante el miedo a perder.
Es elegir, obstinadamente, no elegir.
Fragmentos de: R. Barthes citando a Werther en: Fragmentos de un discurso amoroso.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión