Últimos 1000 metros,
viento fuerte y el oxígeno falta,
la cuna se esconde,
y en la trama de mi existencia
los retazos son todo,
me enseñan a amar
con la fuerza de quien se sabe efímero.
Te envío una carta
de tiernos y buenos besos y deseos,
y en cada palabra va un susurro,
un refugio de caricias en el aire.
¿Dónde estará el tiempo?
Me pregunto mientras duermo,
y alguien, silencioso,
visita mis sueños cargado de promesas,
en cada segundo que se escapa.
Cierro los ojos, susurro al viento,
buscando un rastro,
y en el eco de la noche
mis preguntas se pierden,
mi piel espera respuestas,
y yo, simplemente, espero.

Jimena
Periodista enfocada en coberturas sociales y culturales, apasionada por la literatura. Escribo y leo con fervor, invitando a sumergirse en este mundo y desarrollar criterio crítico
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