Los asesinos siempre vuelven a la escena del crimen, y muchas veces las víctimas convertidas en fantasmas, esperan, sigilosas tras la puerta listas para vengarse. Esperando el momento, para entonces descubrir que no vale la pena.
Era un crimen perfecto. Una obra de arte. ¿Por qué volviste? Era tan perfecto que te hubiera aplaudido y hecho ovación, pero en su lugar, tu regreso solo me provocó decepción, tanto que solo pude vomitar por horas del asco que me provocabas. Pasé horas en silencio, vomitando y entendiendo que cuando el sentimiento es asco es mejor no sentir nada.
Entiendo que juré era la despedida del tema, aclaré que ya no escribiría más, pero tengo preguntas sin respuestas, y respuestas que no tienen preguntas. Es justo decir que ninguna tendrá su respectiva pregunta-respuesta, pues solo quien conoce la intención de mis palabras ya no existe más.
Ingenua al creer que conocerte una segunda vez, con una nueva versión y mejor de nosotros era lo mejor; pero entendí que tú no deseabas, ni deseaste conocer cada versión de mí, y que esperar aquello era vivir en una ilusión. De ese modo, es recíproco el reconocer que tampoco quiero conocer otra versión de ti. No volveré a caer en el error de ver una película una segunda vez esperando que el final sea diferente, cuando lo único que cambiará es la interpretación que le haré a todos tus actos.
Antes, había conocido de ti una versión que nadie más conocía, a tu verdadero tú y no al que utilizas para impresionar. Conocí a una persona completamente diferente, sensible y con deseos genuinos, fue de esa persona de la que me enamoré y por la que perdí la cabeza. Conocí a un misterio que debía resolver, pero te volviste predecible. Conocí cosas tan íntimas y personales que cualquier otro acto ajeno a esto es vulgar y exhibicionista. Una visión idealizada a la cual proteger en un santuario de la perfección, evitando que se ensucie de tu verdadera imagen.
Dejar de contemplarte como ese ser perfecto fue el fin de todo. Caerte de mi visión e ilusión perfecta creada en mi cabeza, para solo reconocer el asco que me provoca tu existencia. La imagen sensible que tenía de ti en mi cabeza desapareció, y es una verdadera pena, porque eras perfecto. Verte con repulsión me desgarró el corazón, pero era necesario.
No te defiendo más, no te justifico ni intento entenderte. Eres lo que hiciste. Lo olvidaré, pero nunca te perdonaré.
El fantasma que te esperaba listo para vengarse ha decidido abandonar la tierra, trascender el limbo y llegar al más allá o a otra vida, con otras personas, o no sé, nunca lo sabrás.
Las consecuencias son debastadoras debo admitir, no para mí, sino para ti, condenado a una vil vida. Ninguna condena será igual de miserable que ser tú, y decepcionar a quienes te quieren.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.


Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión