Dime, corazón, ¿quién nos sostiene cuando el lenguaje abandona su cuerpo?
Mar 19, 2025

Dime. Que lo repito, aquí, diciéndolo en palabras que llegan como pájaros:
Tanto quisiera para ese corazón lejano y mío. Más de una vez se lo he dicho a la réplica de mí. De lo que se duerme en espera al encuentro, al tácito roce que podría necesitar esa libertad suya que necesita de mí. Pese al silencio que ha cubierto en mis tierras sus pasos, habita de y en todas formas, de y en cada parte de mi voz hecho de y en rocío desbordado.
De ser todo, y a la vez en la nada.
Tanto quisiera, pero sé cuánta liberación necesita de mí. Raído y dormido han sido los deseos que el lamento de ese corazón mío que se ha incendiado, y, en el silencio y del atroz en mis palabras, cada línea han sido un grito ahogado, una confesión y un manifiesto del miedo de la mudez que se me entrega al corazón inquebrantable de expresión al saber que no-ama.
Allí recae el abandono. En los fragmentos de un vuelo roto / de su ternura insolente. Entre lo suyo-y-mío, un abismo que vertiginosa calla a la orilla que nos refugia sin roce. Ilusión y exilio de ser un náufrago miedo oscuro ante el miedo de perdernos.
Tanto quisiera para poder tener ese corazón mío.
Para hallar una manera de retener en el sueño de su jaula, uno las formas que hace mi corazón por buscarlo. Para ese pajarito que no sostiene su vuelo.
Igual y allí, doy razón: el paso falso en sus huellas que no me recorren, llegan a la mentira-miedo cerca de mi boca.
Dime, corazón.
¿Por qué jamás me has amado como yo sí lo he hecho?

rímeme
los diarios que surgen de la soledad en mi pecho amortajado, de esta casita hecha de los sueños huérfanos.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión