Diarios sobre el desgarro de mi salud mental

La última vez que tuve una pérdida de conciencia (o varias) y mi concienvia aparecía y desaparecía por momentos fue en 2023, cuando me estaban maltratando tanto en el trabajo que mi mente tenía que irse para resistir. Una y otra vez los tratos erráticos. Las aperturas emocionales que eran asesinadas como achazos en mi sistema de recompensa.

Había sido así hasta ayer que me volví a perder. No puedo seguir la secuencia completa del día de ayer. Recuerdo que a pesar del deterioro cognitivo y enorme cansancio traté de armar una clase que tengo en unas horas y todavía no pude. Recuerdo que me dió taquicardia por la desesperación de no tener energía mental para leer un mísero texto seguida de una cefalea muy fuerte. Seguir se hizo imposible. Me fui a acostar y cuando me levanté perdí la secuencia. Hice cosas que no recuerdo cómo llegué a hacer. Ignoré personas a mi alrededor que no recuerdo haber ignorado. Cuando la desesperación de la falta de control de mis propios movimientos se presentó caí en un agujero muy hondo. ¿Quién le creería a alguien que le pasa esto? ¿Y si además de huir de esto no puedo señalar al abusivo?

Estoy segura de que no me había pasado antes. Es muy raro, soy conciente después de que pasa por los agujeros temporales. Pero puede empeorar. No puedo perder tiempo.

Un pequeño registro de mi desgarro cerebral producido por abuso psicológico prolongado, entre otras tantas cosas que no me permiten disfrutar de nada en esta vida. Me cuesta escribir esto.