Detritos.

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Si no fuera domingo.

Hoy me cagaría en Feijóo y en Ayuso. En sus mentiras. En sus estupideces. En su nada sensato que ofrecer al Pueblo.

Me cagaría en Aznar. En su soberbia. En su foto de las Azores. En todas sus fotos.

Me cagaría en todos los que quieren tenerlo todo a costa del hambre de muchos.

En ese uno por cien de la población que tiene tanto como el noventa y nueve por cien restante. Me cagaría

Me cagaría en las manos que besan las del rey y la reina. Y en la Princesa de Asturias. ¡Como si la maravillosa Asturias no tuviera otra cosa!

En Nadal (Insaciable sed de dinero que acepta y blanquea lo inaceptable, lo negro).

Y Milei, solidariamente con Argentina y su gente, cubierto para siempre de una enorme y pestilente bosta.

En la humilde morada de Rouco. Ahí, enmedio del salón. Humeante y densa.

En la boca de Netanyahu un buen mojón. Me humedece imaginarlo.

De momento, a la espera de confirmación, una ventosidad para Errejón. Para Yolanda, dos.

A mis ladrones particulares, una buena mierda, tamaño rueda de tractor, en la barbacoa. Sabor para el asado en la fiesta.

Al PSOE entero, por no practicar el socialismo que debieran. ¡A la mierda!

Y aun me faltaría diarrea.

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Pero es que es domingo.