mobile isologo
buscar...

Destino, momento oportuno o casualidades

Anthus

May 9, 2025

55
Destino, momento oportuno o casualidades
Empieza a escribir gratis en quaderno

El destino no suele visitarte con frecuencia. No al menos como creemos que lo hace. Si acaso, se manifiesta en un instante mínimo, fugaz, disfrazado de casualidad o de accidente, y le damos nombres que nos ayuden a comprenderlo: "destino". Pero la verdad es que ese momento hay que crearlo, hay que sostenerlo con coraje por eso también a veces le llamamos “momento oportuno”. A veces se esconde en un gesto, otras en una elección que parece insignificante. En mi caso, fue en un semáforo.

Si no me hubiera detenido en uno de aquellos malditos semáforos. Si la luz roja no me hubiera retenido. Tal vez, solo tal vez, habría llegado a tiempo. Habría estado frente a él. Como debería haber sido. Pero todo conspiró contra mí. Y por primera vez, ni la vida ni el destino me tendieron la mano. Siempre me he sentido atada a ese momento oportuno que nunca supe reconocer. Mi primer amor, ese que era mío, se esfumó porque no fui capaz de sostener el instante. Lo dejé pasar. Lo arruiné yo.

Y es que el destino y el momento oportuno no son errores del tiempo ni señales divinas que se escapan sin razón. Son irrepetibles, sí. Pero no por el misterio de su naturaleza, sino por la cobardía con la que a veces los enfrentamos. Por eso los llamamos “casualidades”: para no hacernos responsables. No fue el semáforo. No fue la hora. Fue mi indecisión constante. Mi silencio. Fue mirar su sonrisa y apartar la vista cada vez que sus ojos buscaban los míos. Fue no decir nada cuando todo en mí gritaba por decirlo todo. Fue no atreverme a amar cuando él aún estaba dispuesto a escucharme.

El momento oportuno no se perdió por azar. Se deshizo entre mis propias manos. Y ahora lo imagino, abrazando a otros brazos. Mirando con esa misma ternura a alguien más. Entregando su atención a otra, como alguna vez —solo por un instante— me la entregó a mí. Pero ya no hay vuelta atrás. No puedo culpar al semáforo, ni al destino, ni al tiempo. La única responsable fui yo. No fui lo bastante valiente.

Ella sí lo fue.

Y por eso, el momento oportuno la eligió a ella.

Anthus

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión