Hoy, después de tanto tiempo, (te) recordé.
No sé por qué, ni qué parte de la memoria decidió volver justo ahora, pero apareció ese momento: cuando ya no éramos nada, y sin embargo, estábamos ahí, acostados uno al lado del otro. No había nada, solo un abrazo.
Yo, con el alma temblando, rogando en silencio que pase algo más. Vos, quieto, quizás pensando que no querías volver a lastimarte, o que no valía la pena repetir la historia. Pero tu corazón… tu corazón latía tan fuerte que me confundía. Era imposible no escucharlo, no sentirlo contra mi pecho, como si me pidiera que no me alejara, como si en ese instante el cuerpo hablara lo que vos callabas.
Y yo lo sentí, lo juro. Sentí unas ganas desesperadas de quedarme ahí, de aferrarme a vos..
Y ahí entendí que a veces el amor no se va, solo se queda dormido en algún rincón del cuerpo.
Por eso, hoy, después de verte —aunque sea por un instante—, recordé. Recordé todo.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión