Busqué bajo mi cama algún recuerdo tuyo o mío, quizá de ambos o de nuestro amor caótico que se perdió en el verano pasado. un recuerdo de tu grácil voz llamándome a media noche, gritándome o insultándome, probablemente necesitaba una guía que me llevara a la vasta desolación dónde me había acostumbrado a vivir desde que llegaste a mí, cuando los ángeles lloraban sin consuelo, en busca de un atisbo de lo que habías sido o habíamos sido en las largas noches taciturnas y friolentas dónde nos habíamos refugiados en calurosos besos de un mal amor, un amor maldito ante la madre luna y las estrellas, como sus fieles vasallos, nos miraban con recelo. Ella volteaba su rostro con furia cuando nos veía, estábamos destinados a sufrir. Éramos sus hijos caóticos, nos mutilábamos en cada melodía, en cada respiración, debíamos olvidar, debíamos olvidarnos.
Pero solo encontré los pedazos faltantes de mi corazón herido y sangrante, casi muerto, descolorido y putrefacto.
No me preocupé por buscar un doctor que curara mis heridas o detuviera el sangrado por dónde se escapaban mis energías, una fuga que estaba llevándose de mí todo lo bueno que poseía, o bueno, quizá lo que aún quedaba en mi ya adormecido cuerpo. Dejé el dolor fluir por mi sistema, uniéndose a mi sangre, sintiéndolo nadar hasta llegar a mi corazón y apoderarse de eso que creí que estaba sano, intacto; mi corazón estaba pudriéndose y tú no te dabas cuenta de ello.
O quizá sí y solo estabas ignorándome, abriendo la fosa donde enterrarías mi cuerpo inerte y pondrías mil rosas.
Mis ilusiones muertas descansarían junto a mí. Estabas matándome. Quería quemar el veneno, para encontrar la verdad.
Tu nombre se borró de mi piel con violencia, mi mente ya no alberga tu carente rostro de emociones, estoico y aburrido, y ya no recuerdo con exactitud el cómo se sentía saborear tu nombre en mi lengua, aunque si lo intentase, te podría asegurar que tendría un envenenado sabor a amargo. Estabas perdiéndote en mi mente, danzando y huyendo de mí, estabas perdiéndote entre mis recuerdos por haberme hecho llorar.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión