Demasiado largo.

....

Seres humanos.

Cada disparo, cada lanzamiento de un misil, cada arresto, cada tortura, tienen su mano ejecutora. Hay órdenes y hay quien acata y las cumple.

Supongo que esos que obedecen, los profesionales policías, soldados, no tienen conciencia de la maldad que, demasiadas veces, guía sus actos.

Supongo que han sufrido alguna especie de lobotomía educativa, de adoctrinamiento agresivo, que los tiene sumergidos en unos razonamientos irracionales. Deben haber aprendido a odiar a quienes les señalaron como despreciables enemigos, (los palestinos, los rojos, los negros, los...) y por eso cumplen su inhumana misión con toda la eficiencia que da estar convencidos.

Es triste pensar que puedan ser así por sí mismos. Que sean eso desde la cuna, que nada ha sido necesario inculcar en sus mentes.

Aunque, en verdad, en nada mejora la situación que tengan alguna disculpa como peleles individuos, violentos, al servicio de unos poderosos que les mandan, y contra los pueblos que sus gastos sufragan.

Es triste ver a tanto uniformado maltratando al Pueblo. ¿Qué creen que son? ¿Quién creen que les paga? ¿No tienen madres, hermanos, hijos, amigos, fuera de las tropas de asalto? ¿Que les pasa?

...

Buena voluntad.

Quiero pensar que ni Ayuso cuando duerme es mala. Que Aznar en plena noche acaso ronque a pierna suelta, pero que en esos instantes, el mal que hace, desvelar a la Botella, es el menor de los que le nacen.

Quiero pensar que Netanyahu también tiene bonitos sueños y sé que más valdría que no despertara luego.

Quiero pensar que quienes dirigen el mundo hacia un abismo sin fondo, en lo suyo más hondo, son, cuando no velan, cuando no mandan en lo que piensan, unas personas buenas.

Pero no me convenzo.

...

¿Y si la vida es soñar?

Puede, hermanos en las letras, que todo este tiempo de escribir, de manejar la excavadora, de llevar niños al cole, de tele trabajar, de emborracharse, de intentar ligar, sea un tiempo perdido. Quizás sea que lo que hacemos en vigilia no importa nada, que solo es el tiempo necesario para volver a tener sueño y poder dormir más. Que sean los sueños lo importante de la vida, lo que da sentido a la existencia, lo que explicaría todo.

Al fin, nadie soñando daña.

Y por eso no entendemos nada.

Antigua patria.

Cazan unos y torean otros. Demasiados aplauden a ambos y disfrutan del espectáculo.

Los veo con sus militarizados ropajes. Rifles, escopetas, machetes, munición. Como niños jugando a la guerra.

Los perros ladran amontonados en el reducido espacio de una jaula con ruedas.

En matar está la gracia.

Dicen que es necesario, que al no tener depredadores, hay ciertos animales que son una plaga.

Pero eso no es lo que los lleva. Esa es solo una disculpa que les viene bien. Dispararían igual si solo quedara un ejemplar de lo que fuera. Su afán es dar muerte. Vean si no el orgullo en la foto con el elefante abatido ¿Como entender tal sinsentido?

Sangre tiñendo la tierra mientras la vida se escapa.

Banderitas adornan sus uniformes de camuflaje.

Y el tendido.

Siempre la puñetera bandera para lo peor.

Y el desfile.

...

Pero...

Es inútil decirle a nadie.

Somos unos convencidos.

Salimos de casa vencidos por nuestro propio convencimiento, inculcado desde el altavoz que enchufamos para que nos diga lo que preferimos escuchar. Así, no necesitamos pensar, analizar, desmenuzar, cuestionar.

No hay pensamiento crítito que nos saque de la crítica al que hemos decidido que es el rival, el enemigo, el malo de la película que es la vida.

Eso sí, me incluyo por no acusarles solo a ustedes, aunque yo, ¡cómo no!, como cualquiera de ustedes, sí que sé que pienso por mí mismo.

Así que lo que escribo aquí, cada día, es solo para mí y cuatro que están de acuerdo. Los demás, razones o no, tienen cada quien su Padrenuestro.

Amén.