Dejaría el mundo arder

En tu piel hay rastros de devoción; cadáveres desfilando hacia la rendición.

Se unen a las sombras

que susurran tu nombre

buscando a voluntad

perder la noción.

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Y te digo

Que en tiempos de sequía

sabes donde está mi corazón

Y tu odio me desvive

y me hace estremecer.

Desde el despecho

mi sangre aliviana tu dolor cada vez que la bebes.

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Y yo se que no importa que el mundo arda afuera

mientras tus besos manejen mi sed.