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Dejar de romantizar la poesía

ARIANA

Jul 24, 2025

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Dejar de romantizar la poesía
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(i.)

¿Cuál es el destino de los poetas, si no sufrir?

Dejar de romantizar los falsos recuerdos que únicamente existen cuando escribimos.

Ese amor que ya no llora, que ya se marchitó hace mil horas.

Mis ojos en su memoria ya no viven.

Su olvido ya pasó por mi cuerpo, alma, vida.

Nada vive.

La poesía solo nos tortura: créemos que todos viven al raz del sentimiento.

Un poema no asugura el eterno recuerdo.

(ii.)

La poesía no es suficiente,

las palabras no acarician su existencia

ni tientan su regreso al hogar,

el arrullo no alcanza su mirada

para conmover una vez más su corazón.

Las prosas poéticas intensas

escritas en una fría madrugada

incapaces de provocar un éxtasis de paz

y salvar la vida del que nació suicida:

un último intento de valentía.

La poesía política que no cesa la guerra

ni calma a las aves del estallido,

el chillido de los niños,

la poesía no acuna a nadie,

nos vuelve ciegos llorándole a un Dios:

aquél que no tiene tacto.

Cartas repletas de metáforas

ocultando el amor que aún tenemos

por la desdicha del amor prematuro:

ese que no nació a causa del miedo sofocante.

La poesía avergüenza,

el poema escrito con devoción

entregado al prójimo con esperanza

únicamente provoca pena

y en sus manos no hay más que risa.

(iii.)

la poesía no salva

no llama

no evoca

no devuelve,

nos mata

con la falsa esperanza de que todo escritor

lleva magia en el corazón.

todo es una mera condena

del dolor veraz

al escrirble a la musa:

esa que en sueños se recuerda.

aquella reminiscencia de su mirada es suficiente

para ser poeta

y atar el último recuerdo

de su rostro lleno de amor,

casi como una imagen confusa:

y la poesía es culpable de ese delirio

que nos enloquece cada noche.

(iv.)

Endulza el llanto

las palabras crueles

el toque rígido

todo catalizalo en amor,

hazlo poesía,

al final, eso somos:

humanos,

de eso vivimos

del lapso de tiempo

en el nos detenemos a leer

a recitar y a poetizar

la tragedia romantizada

esperando que un papel con tinta

detenga el llanto sombrío.

ARIANA

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