Un día entre abrazos que sabían a adiós,
me lo dijiste suave sin reproche:
"Déjame amarte así"
como quien pide al viento
que no se lleve lo poco que queda.
No pedías mi alma,
ni un "yo también" con tinta de mentira,
solo el permiso de quedarte,
de seguir siendo refugio
aunque yo no supiera habitarlo.
Y dolía,
porque en tu amor había un eco sincero
y en mi pecho una casa sin llaves,
un jardín que aun no florecía para nadie.
Pero, me conmoviste
porque hay quienes aman para poseer
y tu solo querias amar
como quien cuida una flor que sabe que no es suya,
pero igual riega cada mañana.
Así que hoy, si aun lo sientes,
si aun queda en ti ternura sin nombre,
solo puedo decirte
gracias por ese amor libre,
por enseñarme que hay abrazos
que no exigen,
solo sostienen.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión