Déjala.

y yo lo escuché: «déjala, déjala»
«ella está fingiendo todo otra vez»
«esto es toda una exageración»
mientras mi corazón se aceleraba...

«esto es todo un espectáculo»
pero ¿como te atreves a tratarme así?,
yo sólo quería irme tan lejos
donde ya tus palabras no puedan herirme ya más nunca más.

mis maletas estaban por la mitad.
yo escuchaba los insultos de allá afuera
mientras la noche caía sobre mí,
en un manto de desolación y desesperación.

y yo lo escuché decir: «dejala, déjala»
”ella es toda una actriz»
«no puedo soportar este espectáculo»
y yo ya no puedo tolerarlo más.

estaba llorando demasiado.
mis palabras no eran suficientes para calmar mi desamor.
no logré entrar.
las puertas del más allá estaban tan cerradas para mí
como tu corazón, frío y despiadado.

este lugar no era mi hogar.
lo destruiría ladrillo por ladrillo.
pero nunca estuviste a mi lado.
¿entonces a donde debía reclamar?

no había espacio allí afuera para mí
y dios no estaba ninguna parte.
tan fría y muerta por dentro.
como los pisos de esta catedral que no pudieron nunca acobijarme.

yo dije: «no, ese no puede ser mi padre, yo me iré de aquí ahora mismo»
muy muy muy lejos
donde tus palabras ya no me puedan lastimar más.

¿pero a donde pertenezco?
cuando la sangre ya no significa nada,
derramada en la copa,
entonces yo ya no era tuya, no.
yo era mía, mía, mía.

mía.

mía.

mía.