me inmerso viendo fijamente la cápsula del tiempo que son mis manos
los pasillos interminables con cuadros y bosquejos de todos los que pasaron por mi vida,
dejando su aroma y huella en la que soy hoy
es como un déjà vu sin fin que me brota a viva piel
fortaleciendo los cimientos de la pobre y triste poeta,
que busca ser torturada por su propia imprenta
tatuada con cortes adictivos como el sí tan sólo,
qué hubiera pasado si...
que cicatrizan en no más que garabatos a las tres de la mañana
en una vida que cree ser silenciosa
hasta que la miran a los ojos
o se cae la primer hoja de otoño
todos los momentos en los que tuve que correr el corazón de lugar,
los abrazo con ternura y barro
como un mantra
o una plegaria
me repito que solamente puedo volver a los lugares de los que me he ido.
tu piel y mi perfume
no son desconocidos
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecitoRecomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión