Decime que sí

Hace muchos años que veo esta imagen. No recuerdo en qué calle exactamente se encuentra, pero es en Pehuajó. Hay varias frases por toda la ciudad y esta es la que más me gusta. Por eso le saqué una foto. Me hace pensar en cuántas veces una persona está en esa situación, la de esperar una respuesta positiva. Hay muchas. Daré ejemplos:

Un vendedor de medias que insiste en que uno le compre. Un tipo que te hace señas mientras vas llegando al semáforo para lavarte el parabrisas. Un flaco pidiéndole casamiento a una piba. Una mujer como la que se me apareció el otro día en mi casa para ver si quería escuchar el mensaje de Dios. Costas, el técnico de Racing, besando su rosario antes de que arranque el partido. Una jóven que quiere ser madre. Un niño de orfanato esperando por una familia. Una chica en una entrevista de trabajo.

El borracho del centro histórico que el viernes me pidió un cigarrillo. Messi pidiendo por la Copa del Mundo. Alguien mandando un mensaje un sábado a la noche porque no quiere dormir solo. Alguien mandando un mensaje un domingo a la tarde porque no se quiere pegar un tiro.

Incluso se me aparece en la mente la canción de Sebastián, esa que dice, "¿cómo, dónde y cuándo me vas a dar el sí que te estoy esperando?" Y mentiría si dijera que no recuerdo también la de Arjona, esa que se llama "Dime que no". Y ahora que lo pienso, anda sonando por ahí “si pudieras olvidar tu mente frente a mí, sé que tu corazón diría que sí”. El cóctel de mi pensamiento a veces me asusta. También me gusta.

En fin, ojalá que a la persona (evidentemente ricotera hasta la médula) que escribió eso en la pared le hayan dicho que sí, ¿no?