De rojo te ves bien.

tener salud mental es un privilegio,
un lujo que pocos pueden pagar.
solo dejas dinero ensobrado,
y el corazón sana a golpes de terapia.

salud mental, un estándar que quiero alcanzar,
lo que antes era vida en mis ojos
se convierte en resistencia,
una lucha que nunca cesa.

mi piel ya se pudre,
mis ojos hinchados
y mi mente da vueltas,
repite el mismo dilema,
el mismo pacto de sangre.

es increíble cómo inocencia tan cálida,
sabor dulce de niñez y aroma a verano,
palabras inmaduras y jugar a ser adultas,
me han tomado desprevenida
cuando el destino nos marcó a los 17 años.

te olvidas cómo te desangraste a mi lado
y cómo me embarraste de tu sangre,
y yo te embarré de la mía,
y cómo ambas nos acuchillábamos,
plantando juramentos como besos.

inicio con una plática trivial,
con sabor a niñez,
terminamos adultas,
cargando el cadáver fétido
y extirpándonos el corazón, el hígado,
las vísceras una a la otra.

la llamas tu venus, regocijas en tus brazos,
me pedías que te jale de la muñeca,
la llamas, la presumes, como si fuera joya preciada,
me pedías que pintara un atardecer con tu sangre,
presumes amor inocente,
pero pedías que te haga tuya hasta que no quede nada
que reclamar.

me siento perturbada.
y es que en realidad, nunca lo fui,
pero te he jurado mil veces
que por ti bebería de la sangre de un cordero.

me haces sentir enferma,
esto me hace sentir enferma.
el amor gentil que tanto anhelaba...
¿se ha vuelto acaso en un mutuo abuso sangriento?

¿por qué me pides que consuma la carne?
¿por qué soy juguete en tus manos?
¿por qué quieres que te destruyera,
que te matara?
¿te enseñé que el amor era eso?

me perturba,
y a la vez no.
mi amor inocente no entiende tu lengua.

el beso en la oscuridad,
el roce suave de tu frente,
el cariño inocente.
¿te enferma tanto el amor inocente?

algo no cambia,
desde que tenía 13 y 16,
las dos dirían lo mismo:
"te quiero dar un beso en la frente".

ahora cargo esta perturbación,
que se balancea entre las repentinas ganas
de querer cumplir todas esas fantasías tuyas
y de llorar como una niña sin su juguete,
que extraña su casa y quiere volver.

entre tus palabras:
"eres un estándar que nadie llena",
"ella, me da el amor que siempre pedí",
hay una diferencia de 14 días.

14 días en los que pensé en esa promesa,
pensé que siempre serías la luna,
y yo, el sol que no vio la noche.
esperándonos en el próximo eclipse,
en los choques de cada seis meses.

ayer nací, y con corazón en mano
y vómito regurgitando en la garganta
tuve que aceptar, finalmente, vida,
que ya no eras mía.

que la psicóloga, una hechicera,
te curó el mal de amor, el llorar,
el mal de cabeza, el odio a ti misma
en 14 días.

te amé como el sol cuando se posa
en el mar,
dándole una cálida bienvenida a la luna
que está a punto de salir,
una evidencia de mi amor enmarcado.

te amé, como me han enseñado a amar,
el amor rojo, vivo, cálido, perfecto,
intenso, inmaduro, sonriente,
gracioso, de película.

pero ahora veo cómo le pronuncias
las mismas palabras que me pertenecían,
los pequeños detalles
que tenían grabado nuestro nombre
y me di cuenta que no eran nuestros
para empezar.

tener salud mental es un privilegio
del que yo solía gozar.
y del que ambas nos terminamos destruyendo,
pero siempre hay un ganador,
y esa serás tú.

yo por mi parte esperaré a que mis padres
se den cuenta del cadáver que vive en mi cuerpo,
que se había quedado viviendo en el 2021,
que pide ayuda, que necesita encontrarse.

te veré disfrutar de tu amor cálido,
de tu venus sana,
la que "te ayudará a sanar",
título que alguna vez fue mío.
presuman el amor tan sano que tienen,
ella no sabe que estás rota también.

hoy, con lo que queda de mi dignidad,
decidí que ya no sufriré más por tu amor.

algún día dejarás de ser mi musa,
y mis palabras vacías
serán para otras chicas,
con sonrisas más lindas.
hasta que sigas en mi mente,
seguiré escribiendo
hasta que te olvide.

y hoy, decidí
cargar mis maletas
y por fin, despues de 4 años

seguir mi propio rumbo.