Las puertas
como limite,
como barrera
de paso habilitado o no,
a tu refugio.
Puertas
que se abrían
de par en par
confiando
que cuidarían tu espacio,
tus cosas,
tu mundo...
Igual que vos
cuidas... lo ajeno.
Puertas
sin patova ortiva
que filtrara
a los que venían
solo
a armar quilombo,
a romper todo
y con salida desprolija.
Puertas
con candado,
para que mejor
no pase nadie
por miedo al desorden,
al disturbio,
dejando afuera
a quienes querían ayudarte
a ordenar
lo que otros rompieron...
a quienes tenían
verdaderas ganas
de pasar.
Puertas
gastadas,
oxidadas,
que piden cambio,
una nueva capa de pintura,
alguien que custodie
pero buena onda...
Que se alarme
cuando sea necesario
y no cada vez
que dejes pasar a alguien
a tu mundo.
✨️
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecito
Aye Itu
Escribo para atesorar en palabras tiempos que ya no son, personas que están y no están a la vez. Escribo para mi pero también para todes. Porque sé que mucho es compartido.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión