Me mentiste.
Con esa voz suave,
con esas alas limpias
que ahora solo me dan asco.
Me hiciste creer.
¿Sabes lo peligroso que fue eso para mí?
Creer.
Amar.
Esperar.
Fuiste mi redención.
Ahora eres mi ruina.
Y no me arde solo el alma,
me arde la garganta…
de tanto contener el deseo de desgarrarte.
Tu luz me quemaba antes.
Ahora me alimenta el odio.
Me dejaste sangrando por dentro,
como si hubieras hundido tus propias garras en mí
y sonreído mientras yo me deshacía.
Yo que te protegí de mis colmillos,
de mi sed,
de mi sombra.
Y tú…
tú me rompiste igual.
Así que ahora no pido explicaciones.
No busco respuestas.
Solo quiero tu cuello.
Tu temblor.
Tu sangre pura manchando mi boca.
Voy a tomar lo que una vez fue mío.
Esta vez sin culpa.
Sin piedad.
El amor ya no existe.
Solo el hambre.
Y tú…
tú serás mi castigo más dulce.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión