De la necesidad al deseo

"El afecto es como el oxigeno. Todos lo necesitamos para vivir, pero no andamos por la vida dando bocanadas con asiedad o desesperacion, porque sabemos que el oxigeno esta ahi disponible" Lei por ahi una vez.

Cuando uno tiene la necesidad de afecto, se compara con la sed. Cuando uno tiene sed, y le ofrecen un vaso de agua sucia, se lo tomaria. Cuando tenemos el deseo de afecto, sabemos que podemos elegir de que vaso tomar.

El deseo de afecto, nos permite elegir, que tomar, de que vaso tomar, cuando tomarlo.

Asi, deberiamos ser capaces de tener nuestro propio suministro de agua, o de la bebida que prefieras. Porque entonces de este modo saciarias tu sed, y no llegarias a la deshidratacion y desesperacion de beber de cualquier vaso.

Como los molinos del campo, que se construyen para sacar agua de la profundidad, todos somos capaces de construir nuestro propio molino y que nos genera lo que deseamos beber. Podemos elegir de que vaso beber.

Cuando no podemos generar nuestro propio afecto, nuestro propio respeto, sentimos la necesidad de que alguien externo nos valide. Y en esa desesperacion, nos conformamos con cualquiera que nos haga un gesto amable. O sea, tomamos del primer vaso con agua sucia que nos ofrecen.

Nos contamina, nos pudre por dentro, nos sentimos mal, y nos volvemos a castigar por no elegir bien.

Podemos elegir donde beber, podemos elegir con quien estar. Podemos poner limites a lo que nos daña, y decir "aca no quiero estar", "de este agua no he de beber".

Nadie mejor que nosotros, para saber como queremos que sea el agua que deseamos beber. Nadie mejor que nosotros para sacarla de la profunidad de nuestro ser.