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De la A a la Z.

Dolbach

Oct 3, 2024

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Secreto de confesión.

Cala Vera nunca había sido una mujer de armas tomar. Muy al contrario su vida había transcurrido en la resignación y el sometimiento. Primero a unos padres autoritarios y tercos, luego a un novio que pasó a ser más nocivo cuando se convirtió en marido y, ya viuda, a unos impertinentes hijos. También los curas hicieron leña de aquel árbol que siempre vivió medio caído.

Pero, aunque demasiado tarde, al fin comprendió el desatino. Había hecho su existir para la conveniencia de los demás. Nunca nada suyo fue, ni para ella, prioritario. Nadie le había hecho sonreír ni nadie le habia regalado nunca una sonrisa simplemente por estar ahí. Cuando no hacía para los demás, a los demás sobraba. Solo y siempre la buscaron para pedirle o exigirle.

Pero llegó el día.

Cala cumplió sesenta eternos años y se dijo que ya le tocaba ser para ella. Que ya estaba bien de regalarse para desagradecidos. Que nadie merecía nada de lo que les había dado. Y se marchó sin despedirse.

Solo el cura supo, pues, confesionario mediante, le dijo:

-Sin pecado concebida.¿Sabe una cosa, padre? Estoy hasta el coño de tanta mierda.

Dolbach

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