De cuadernos vacíos y hojas sueltas

estoy hecha de cuadernos vacíos;

de esos que compras con ilusión y no ves momento de empezar

De esos que abres, pero no eres capaz de manchar con la tinta de tu boli o el grafito de tu lápiz

Estoy hecha de cuadernos vacíos, porque son eso, hojas y hojas arrancadas porque no eran lo suficientemente buenas como para cumplir las expectativas de una hoja de portada

Porque creo, y creo, y no parece ser suficiente, porque lo intento y lo intento y sigo siendo eso; un cuaderno vacío con tres hojas arrancadas y tan solo una pintada

Pintada dos o tres hojas más allá del inicio porque nunca será suficiente

Es buena de eso no hay duda pero, siempre está allí dos o tres hojas atrás

Algunos dirán que es porque no está capacitada, porque no es lo suficientemente bonita...

yo creo que es miedo a verse expuesta, no ser considerado suficiente y terminar siendo arrancada

O quizás es el miedo a confirmar lo que ya sabe, que por mucho que lo intente siempre estar allí, dos o tres hojas por detrás de la hoja perfecta

Quizá algún día llegue alguien que pueda ver esa hoja, por lo que es, por los textos, los dibujos y las historias que contiene y no solo por cómo de lejos está de ser admirada

Llegarán otros, sin embargo, que abrirán el cuaderno, leerán lo que contiene y no le darán importancia

Quizás, incluso con el tiempo la hoja se manche, se arrugue, o tal vez alguien doblará sus esquinas y anotará en sus márgenes

De una forma u otra, la hoja será vista y puede, tan solo puede que por fin alguien le dé el valor que se merece

Porque en el fondo siempre ha tenido la curiosidad de saber qué pasaría si por una vez estuvieran en la portada

-vega