Ojalá nunca se me pase esto,
ni un poquito,
ni por error,
ni por consejo de nadie.
Ojalá sigas siendo mi enfermedad favorita,
mi fiebre dulce,
mi delirio con ojos de cielo.
Ojalá nunca me acostumbre a ti.
Que siempre me tiemble el pecho
cuando escucho tu nombre,
que me de risa nerviosa si te pienso en voz alta.
Ojalá cada “te amo” me salga como el primero:
torpe, honesto, tembloroso.
Quisiera vivirte como se vive el sol,
sin preguntarme si quema,
sin medir la distancia,
dejando que me incendies los días.
Me niego a curarme.
No quiero amores tibios,
no quiero olvidarte en partes,
no quiero memorias esterilizadas.
Yo quiero tu caos con café,
tus mensajes a deshoras,
tu risa que me desarma,
tu silencio que me entiende.
Quiero tu todo,
tu pasado sin filtro,
tus sueños dormidos,
tu presente conmigo.
Si amar así es estar enfermo,
entonces que nadie me toque.
No quiero medicina,
no quiero cura,
no quiero paz.
Yo quiero guerra contigo,
yo quiero besos que me dejen sin argumentos,
abrazos que me quiebren el miedo,
miradas que me arranquen la cordura.
Y si un día me muero de tanto amarte,
que sea entre tus brazos, con tu nombre en la boca
y el alma rendida
pero feliz.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión