Cumple años
No prometo el mañana. No predigo el futuro, mucho menos tomo decisiones basada en premoniciones alternadas.
No soy lo que escuchaste. Tampoco soy suposiciones.
Soy las promesas que cumplí y las condenas que me ejecuté. Las palabras que escribí y las futuras secuencias a crear. La misma figura que hace cinco años atrás se creía incapaz de cualquier cosa que ahora pisa el mundo de par en par.
En un pasado creí que las heridas no tenían cura alguna, ahora cicatrizan en un abrir y cerrar de ojos para volver a empezar.
Si el veneno de la pesadumbre se acumuló para ahogarme, lo tragué. El primer sorbo fue ácido y, para cuando terminé la copa, parecía ser el vino más fino jamás creado.
Desmembré mis cuerdas vocales gritándome por mucho tiempo. Cubrí mis orejas con las palmas de mis manos pensando en que tal vez, así, deje de escuchar(me). Escucho tu voz queriendo hundirme una vez más. Te sorprendería saber que, con tantos accidentes, terminé aprendiendo a flotar.
Tal vez viví de expectativas ajenas a lo largo de mi vida, ahora estoy moldeando las mías.
Comprendí por qué a veces los cuentos tienen un final incompleto. Pasé cientos de páginas con carillas en blanco: no había ni hay nadie para completarlas excepto yo.
Todos los años toca cuestionar a mi yo de antes. Entonces aquí es donde me pregunto: ¿dónde y cuándo empecé a ser yo?
Soy yo en todo momento (incluso cuando menos me espero).
Borrando pasado, dibujando presente, coloreando futuro.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecitoRecomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión