Cuando camino por la calle que costea una pequeña porción del océano atlantico, esa que llamamos mar, algunas veces me encuentro con Pedro. Pescador de hace más de 10 años con su barco pesquero se aventura día tras día para ofrecer lo mejor a sus clientes. Muchas veces charlamos y me comparte un mate. Pedro es de esos hombres con los que queres compartir momentitos de la vida. Mi amigo pesquero suele contarme cuentos del mar, pero a veces me hace reflexionar. Una tarde me contó el porque decidió este lugar para asentar su barco. Lleno de esperanzas y sueños se embarco en un gigante marino que lo deposito en estas tierras. Lo único que conocía era la caña, y al ver una en este nuevo pais, se poseyó con la idea de que esa era su meta. Consiguió lo que necesitaba, vivió y vive con lo justo. Cuando escuche esta, su historia, le pregunte si nunca había anhelado más. Se me ocurrían fácil 10 maneras para expandir su patrimonio. Su respuesta fue consisa y muy sencilla.
'Muchos peces buscan el océano, sin darse cuenta que estando en el mar son parte de el.'
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