¿Cuántas muertes puede soportar un cuerpo,
antes de quebrarse,
de romperse?
¿Cuántas despedidas caben en la piel?
¿Cuántas ausencias pueden coexisitir en una misma realidad?
¿Cuántas sillas vacías,
cuántos ecos sin voz,
cuántos abrazos que se disuelven
como niebla en la memoria?
Vivir es un acto de equilibrio:
un pie en el vacío,
el otro sosteniendo los restos
de lo que perdimos.
Y, sin embargo,
el cuerpo sigue,
insiste en existir,
en erigir su frágil resistencia
frente al abismo.
Al final de todo
solo queda vivir con eso,
construir sobre el vacío,
y dejar que el amor
que alguna vez llenó ese espacio
siga ardiendo,
aunque sea en silencio

Cielo Hochberg
No sé por qué siempre que escribo termino hablando de ausencias, de muerte y de amor. Será que quizás son las únicas formas de vida que conozco.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión