Salí presurosa de casa, caminé en dirección al paradero, era tarde como de costumbre. En el silencio, al evitar la bulla de la avenida, de los autos, de la gente, el viento trajo consigo poesía; tenía tinta, no papel. Arranqué un pedazo de cartel pegado al poste de concreto, es mi nuevo hábito. Estoy orgullosa de practicarlo. Lo descubrí en av. Soledad, donde te hice ciudadano poesía con mi verbo en papel.
aunque no sé quién eres,
reconozco tu cara,
no recuerdo el ángulo hacia ti
de mi mirada.
No puedo decir
a quién extraño.
Vuelvo a huir de ti,
de este sentimiento,
me parece que te dejo ser, sin cuidado
detrás de los libros polvorientos,
en alguna página de la libreta abandonada
en la esquina del baño,
en la cajita perdida de curitas
que usé como cuaderno.
Pero la vida me interrumpe, como yo con mis declaraciones, como tú con tus silencios, llego al paradero, subo al bus, pares de ojos extraños me siguen al acercarme al asiento. Doblo el papel, lo guardo en el bolsillo izquierdo. Cierro los ojos, imagino que salgo de esta ciudad.
A veces tomo de souvenir el eco de tu mano sosteniendo mi cabello, y tu fuerza trayendome a tu cuerpo. ¿Cómo es posible que al final mi locura haga esto? ¿Cómo es posible que mi corazón mienta de hambre? ¿Cómo es que tú no me buscas con la misma urgencia?
Yo tampoco sabía que pasaría esto, que después de tanto escribir, se acabarían mis palabras. No me quedan más poemas, no me queda más de ti. A veces en mis delirios, mi corazón se acrescentaba al imaginar tus ojos ver lo mucho que te quiero, que no me pedirías explicación, que no podrías corresponderme. Nadie me ha quitado nada que tenía, nadie me ha prometido nada que no cumplió. Solo yo. Clavo mis dedos en la arena que se lleva el tiempo. Tú y yo nunca fuimos nosotros, pero te escuché decirlo. Me aferré a una idea sin cimientos, a una promesa que nadie hizo.
<<¿No te parece que fueron más?>><<De ti no puedo alejarme>> <<Eres especial para mí>> <<Hay que vernos para desayunar>>
Tal vez no quiero aceptar que sí estoy enojada contigo por no cuidar tus palabras frente a una escritora. Que sabías bien lo que hacías, pero yo no tengo orgullo cuando quiero. Aquí sí te doy la razón: no soy como las demás. Ojalá lo fuera. Corro hacia quien tenga mi corazón. Y perdono. Y permito. Y entiendo. Y espero. Espero. Espero. Espero. Espero.
Cuando uno quiere, espera. Ya no quiero esperar, pero aún te quiero
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