Cuando los perdí.

Y quisiera correr a refugiarme en esos brazos que me conocen desde antes de mi nacimiento, que protegieron la novata formulación de una idea, pero no hay posibilidad alguna. Solo quedan las figuras de ausencia, marcadas a calor sobre la piel.

Pienso en si seguiré habitando el corazón de ella, aunque fuera en un secreto. Pienso en si el tacto de él llegará algún día, pido un poco de su amabilidad.

Ellos. Ustedes. Tú.

El cariño se concatena y borra las barreras del ayer y hoy.

Pero aunque tenga el comportamiento de una chiquilla, asfixiando cualquier manifestación de vida sin crueldad inherente, sé que los castigos llegan. ¿Adivinas cuál será mi castigo?

Recordarte. Saltar aquella canción que dejaste. Leerte en los recuerdos.

Te veré en un amanecer. No sé si será nuestro o ajeno.