...
Si la muerte fuera.
-Hola.
-¡Joder, que susto!
-No creí que reaccionarías así.
-¿Y eso por qué?
-Siempre andas pensando en mí y diciendo que no me temes.
-Has aparecido de golpe y además con ese sayo viejo y esa palidez...
-Te sorprende que la muerte no sea bella.
-No es eso. No te esperaba. Supongo.
-¿Quieres que me vaya?
-¿Se puede elegir?
-No.
-¿Entonces?
-Por charlar un rato.
-¿Te importa la gente?
-No es eso, pero me cansa ser indiferente.
-Creo que no quiero morir.
-Le pasa a casi todo el mundo.
-Pero no es racional.
-¿Querer vivir?
-Empeñarse en seguir cuando no hay nada por lo que estar.
-Siempre hay algo.
-¿Tú crees?
-Al menos está la esperanza de que lo haya.
-¿Has perdonado a alguien alguna vez?
-Yo no hago esas cosas.
-Nadie se salva.
-Depende de cómo se mire.
-¿Qué pasa después?
-¿Después?
-Cuando tú acabas.
-Nada.
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