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¿Cuál es la relación de los Asesinos en Serie con el Diablo? ⚠️

Gomez, M.

Aug 20, 2025

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¿Cuál es la relación de los Asesinos en Serie con el Diablo? ⚠️
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¿Cuál es la relación de los asesinos en serie con el Diablo?

Creo que el asesino ve su propio potencial a través del Diablo, lo usa como símbolo y fantasea con tener cierta paridad con él. Sin embargo, Satán no es más que un arquetipo: encarna la sombra del asesino.

"Hasta que no hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino" — Carl Jung

¿La culpa es del Diablo?: La proyección de Garavito

Luis Alfredo Garavito, un hombre nacido en Colombia que en vida fue violador, infanticida y asesino serial, afirmó en una entrevista con Guillermo Arturo Prieto La Rotta en 2006 que no había violado a sus víctimas y que los graves crímenes perpetrados por él fueron, en realidad, debido a una posesión demoníaca.

Si nos fijamos en el cuadro clínico de Garavito, encontramos detonantes más lógicos que la posible posesión: impulsividad, sadismo, megalomanía, cognición, trastorno de identidad disociativo deshumanización de la víctima, distorsión de las consecuencias, psicopatía y narcisismo, entre otros.

Por lo que, su trastorno de identidad disociativo, es la causa más evidente que se refleja en su modus operandi:
"Los investigadores hallaron que se hacía pasar por vendedor ambulante, monje, indigente, discapacitado y hasta representante de fundaciones de ayuda para los niños."

Fuente: Muere Luis Alfredo Garavito: los crímenes contra casi 200 niños del mayor asesino en serie de la historia de Colombia | https://www.bbc.com/mundo/articles/cw0k974k4xko

Debido a su trauma infantil, Garavito se despersonalizaba al cometer los crímenes, fragmentando su identidad. La causa está ligada a abusos sexuales y físicos que sufrió en su infancia. Aunque también poseía autoestima distorsionada:

El Diablo es la viva representación de su sombra: Megalomanía

La megalomanía es un estado psicológico caracterizado por una excesiva confianza en uno mismo y una creencia en la propia superioridad, a menudo acompañada de delirios grandiosos y comportamientos impulsivos como planificación poco realista, imprudencia e intromisión social.

Ted Bundy y Albert Fish, al igual que Garavito, también muestran esta conexión. En la práctica, los asesinos estudian a sus víctimas potenciales, aunque gran parte de su trabajo ocurre a nivel instintivo.

Las víctimas elegidas respaldan su trauma y herida. En segunda instancia, liberan con ellas parafilias que en la cotidianidad reprimen. Una forma de demostrarlo es a través de las tipologías propuestas por Deitz (1986, 1987):

Luis Alfredo Garavito: “sádico sexual”, su placer se rige por torturar y asesinar a sus víctimas de forma sexual.

  • Víctimas: varones, pobres, entre 8 y 14 años.

  • Abusaba de cada niño.

  • Les propinaba puñaladas e incluso los degollaba.

  • realizaba una cortada profunda en el vientre o el pecho para que se desangraran.

Albert Fish: “asesino hedonista”, disfruta con el acto de matar, incluyendo mutilaciones, torturas, desmembramientos y necrofilia provocándole placer sexual.

  • Víctimas: niños, caso más resonado Grace Budd de 11 años.

  • Tendencias sado-masoquistas.

  • Obsesión con infligir dolor.

  • Canibalismo.

  • Obsesión con la castración de niños.

Ted Bundy: “asesino en serie de poder/control”, disfruta torturando y matando a su víctima durante periodos prolongados, priorizando el control.

  • Odio generalizado hacia las mujeres.

  • Víctimas: jóvenes entre 18 y 26 años, universitarias en su mayoría.

  • Raptadas, violadas y decapitadas; algunas presentaban estrangulamiento y mordidas.

  • Fantasías con el control.

  • Parafilia: necrofilia con las cabezas de sus víctimas.

En síntesis:

Más allá de la vía de escape fácil de múltiples asesinos (como la "locura" o "posesión demoníaca") es importante contemplar sus motivaciones verdaderas y su infancia como primera instancia. Muchos de ellos, con tendencias organizadas/desorganizadas, ya establecen patrones profundamente arraigados en su modus operandi, relacionados con sus primeros años de vida o experiencias sexuales.

Lejos de la demencia, poseen una notable inteligencia intrapersonal, lo que facilita su aproximación a las víctimas.

"El loco" o "El Diablo" representa su sombra y psicología, hallando propósito a través de pulsiones de muerte drásticas: homicidio, canibalismo, sadismo y mutilación son algunas de sus herramientas para sublimar traumas que, objetivamente, ni la muerte misma puede erradicar.

Gomez, M.

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