Siente tanto, que no le alcanzan las manos para ordenar esa ensalada de emociones sin aliñar. Se detiene, se observa, respira entrecortado. Registra su cuerpo cansado, pesado como nubes llenas de piedras y algunas gotas camufladas.
Un licuado de angustia con sabor a incertidumbre y dos tazas colmadas de ansiedad generalizada. Agobiada de tantos laberintos sin puerta, cierra un ciclo sin fin. Odia concluir lo inconcluso y olvidar las llaves en el cajón de los quizás. Se sienta en el medio de la bisagra, no sabe si quedarse atascada o avanzar a un nuevo mundo de hojas en blanco.
¿Será el equilibrio tan anhelado?, ¿será el fondo tan nadado?
Noches de insomnio, rumiando miedos y penas. Todo lo nuevo le aterra. Prefiere la caja cuadrada y aparentemente segura, que al universo de posibilidades incontrolables.
Le tiemblan las patas, sonríe con timidez, le crujen las tripas y el corazón le grita:
“la vida que querías, está afuera de esta línea”
¡En sus marcas!, ¿lista? ¡Y salta al vacío de lo desconocido! , lo tan temido…
…Se deja sentir, se deja acariciar, se deja besar, se dejar amar entre colores de orgullo y libertad
Ayelén
Dibujo con palabras. Pinto con letras lo que siento, lo que sueño, lo que anhelo, lo que perdí y, lo que todavía no tengo...
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