El amor, duele como dos puñados de cristales que se clavan lento, sin prisa, sin compasión, en mi piel cansada. Tú, que besaste hasta el más escondido de mis lunares, ahora me miras como si nunca hubieras conocido, como si jamás hubieras tocado mi alma.
Tu piel contra la mí, para ti fue solo un instante, un juego, un cuerpo más.Para mí fue rendirme, fue abrirle la puerta a todos mis miedos, fue poner mi corazón entre tus manos temblorosas y ver cómo lo dejaste caer sin cuidado.
Tus besos cerraron heridas que yo ni siquiera sabía que sangraban, pero tu desprecio las arrancó de golpe, y ahora sangro por dentro, en un lugar donde no puedo alcanzar a curarme.
Amado mío, te escondes como el sol que se marcha para siempre,me dejas atrapada en esta noche sin promesa de amanecer, sin calor,sin ti. Y en esta oscuridad te busco, te busco sabiendo que ya no estás, te busco sabiendo que quizá no volverás.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión