cosas

la vida empieza fácil y sin márgenes. empecé de nuevo hace unos meses, aproximadamente unas veintisiete personas habían en la sala. uno por ahí de pelos crespos, tenía cara de tonto. lo encontré metiéndose el dedo por la nariz apasionadamente a dos bancas lejos mío. ¿asqueroso? claro, me burlé un poco muy dentro mío. una chica que traía unos tres tintes encima de la cabeza, cara pálida, delineado mal hecho. se presentó porque compartíamos algo: fumar. solo que yo lo hacía por hacer, y ella lo hacía por algo más quizá; cajetilla de marlboro. me reí, claramente también. no tengo muy buena fama en mi propia cabeza ni con mi más cercanos (una sola persona). sé que soy una persona burlesca y superficial la mayor parte de las veces. independiente de que seas merecedor de mi cariño o no. cuentas claras, amistades justas... o como sea realmente el dicho. no se me da muy bien estar cerca de la gente pues lamentablemente, nadie cumple en no tener estándares. la monotonía y lo paralelos en sus caras. la forma en que hablan y sus patrones tan buenos para procrastinar y hacer molestar. aún con aquellos que más quiero, hay cosas que irremediablemente me molestan. y no solo molestan, me hacen enerver la sangre de rabia. sonidos. sonidos al masticar, tus muelas chocando entre sí generando ese ruido tan molesto que a cierto punto, mi cara transforma. el movimiento y sonído de la mandíbula. mamá chupeteando un coyac más de diez veces al día. lo peor: ni escapando hacia mi habitación puedo salvarme de ese molesto, tedioso y horrible ruido de mierda.