Me sé tu vida de memoria
Por dónde navegan tus caprichos
Y esos bostezos de tanto morir sin ganas
puedo adivinar tus recursos,
tus perfectas adicciones,
la única seducción que conoces
el perfil imperfecto de tu perfecta sonrisa
y sé que adivinas cómo me gusta mirarme en tu sombra,
ser el suave reflejo de lo que aspiro a ser
Y también cómo presiento la ligera cadencia
de tu cuerpo cuando estás cansado
De tanto arder
De acribillar tus pasos a mi lado
Como si yo fuese tu único destino
Tu maravilloso sostén
Me sé tu vida de memoria
siempre como una evocación perdurable
Ingente/ambigua, pero la más memorable
Pero sabemos que la memoria es el olor del deseo
La lumbre de la pasión
la sonora expresion del deseo que no sabe callar
El desespero de un abrazo
Es, en definitiva, todo lo que me queda de ti
Todo lo que alcanzo a poseer
Yom Hernández
Aquí un licenciado en Historia, loco por la literatura que lee y escribe pertinazmente. Padre de tres libros publicados por Ed Atlantis, Ed Adarve, Ed Cuadranta.
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