CONFIDEN-SAL
qué escribir sobre el mar
sin ser reiterativa o redundante
podría hablar de su inmensidad,
de su potencia, de su belleza,
sin embargo,
creo que ya nadie se conmovería
pero puedo confesar
que le hablé durante años
cuando imaginaba que detrás de la linea del
horizonte, vivía mi viejo después de su muerte
podría contarles las veces
que la sal de mis lágrimas
fueron una con su sal
que un amanecer de enero
fue el único testigo
del comienzo de un amor
que dejaría tres huellas en la arena
y cuatro en la vida
que la respiración entrecortada
de mis hijos cuando las olas
les desbordaban el ombligo
y los labios morados por el frío
que juraban no sentir,
son los únicos lugares
a los que regresaría siempre
que ante sus ojos me juraron eternidad
y frente a esos mismo ojos
pedí que se la lleve el viento
que no fue testigo de la revelación
porque nos faltó tiempo
y que sigo acá,
escribiéndole otro poema
confesándole los secretos
que aún no grito
y que sólo él sabe guardar
acá, con mis pies enterrados en su fria arena
de invierno
envuelta en la paz del estruendo de sus olas
mientras renuevo los votos de este amor infinito.
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Lala Zanotti
La palabra es el arma que elijo para dar pelea. El silencio, mi refugio. La poesía, el campo de batalla. Militante de lo que creo.
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