confesiones que no voy a leerte

Tengo un pensamiento rumiante que me traza remolinos desde las cinco de la tarde. ¿Desde cuándo las horas se cuentan en estar con vos, o escribirte? esta confesión es indecible en tanto no la comprendo, y por eso la susurro con duda.

¿Creerás en las casualidades? ¿o en el amor para toda la vida? ¿y de qué es ese tatuaje tuyo que me dijiste que te hiciste pero que no te gustaba? que entre tantos versos me olvidé de preguntarte. ¿De qué se tratarán tus escritos que te da verguenza mostrarme? porque yo también escribo sobre vos, sobre mí y sobre este lazo de algodón que nos intercepta.

dibujo incógnitas que me soplan la nuca y no me dejan dormir, que deslizo suavemente en nuestras conversaciones que son galaxias comprimidas en un espaciotiempo que no nos comprende

las bocinas del centro me hacen dar cuenta del mundo, mientras visitamos museos un lunes a las 10 de la mañana. Navegamos en burbuja por la peatonal, y desdibujamos las líneas que contornean la definición de productividad, la desafiamos bajo las copas de los árboles que nos protegen.

Decime ¿es muy temprano para esta confesión que se me desprende?