Comunicaciones

Solo sé contar cuentos. Algo he mejorado en estos años de soledad donde solo la narrativa me abriga de todo lo que parece nunca puedo tocar. Quiero sacarte de mi cabeza, no porque no disfrute de tu imaginaria compañía, sino porque has reemplazado al hombre asignado que algunas de nosotras no podemos arrancar y para el que performamos hasta el más mínimo pensamiento. No puedo escribir en libertad sin pensar que debería hacer más explícito a quién me dirijo, por si en tu curiosidad por saber de mí, me buscas. No estoy escondida, solo no quiero hacerme responsable de todo lo que tengo que decir. No sé que persona he creado pero no soy la misma aquí, o si algo me conmueve hasta el llanto, tu solo recuerdo me consuela como en los días de encierro en aquel trabajo que me mantuvo en infinitas conversaciones a solas. Solo pienso en las explicaciones a todo lo que significa sentirse como me siento. ¿Cómo me siento? Solo yo puedo responder. Y aún así me estampo contra la opinión fantasma de alguien que solo hace la pregunta por cortesía. ¡Debes saber no mantengo comunicación con nadie que no crea importante! Solo olvido que existen porque no me alcanza la memoria para lo que realmente forma parte de mí. Porque todo el tiempo busco desesperada entre el tiempo y la nada ¿Quién soy?

Te encuentro y sé que no eres tú. No sé dónde estás ni qué haces. Y si piensas en mí, aunque mi existencia no te mueva más que un compromiso tácito por un nefasto protocolo social. Y si mis preguntas no te alcanzan, es porque me avergüenza preguntar. Prefiero decirte aquí estoy y ver la genuina respuesta a mi presencia. Tal vez sí soy caprichosa y mis modos te entretienen. Solo soy una experiencia en una vida sencilla de alguien que no se conmueve por la demora de una respuesta o de una pregunta o una anécdota. Alguien que no se esfuerza por hacer malabares verbales para mantener contacto, a sabiendas que sería más sencillo terminar el acto de pretender que aquí alguien busca y otro responde.

Entonces huyo porque no aprendí a defenderme de otra forma que no sea ocultarme y solo arrastro drama al irme, porque la comedia solo la uso para acercarme a quienes quiero. Quisiera gritarte ¡Estás jugando con fuego! pero ni siquiera estás jugando, solo soy yo un martes por la noche, cenando con mi neurosis, practicando separar el silencio de mi vulgar timidez. Porque pesa. Pesa la nada y lo que no existe entre nosotros.

29/04/2025